Llevabas muerta cinco días y tu perfume a estado impregnado la sala durante todo el trabajo, me cogiste desprevenido. Tus ojos no habían perdido su expresividad azulada y evitaré que la pierdan. El cabello, que siempre cuidaste con fruición, posee toda su fuerza morena. Tu piel suave aún acaricia.
-Que guapa seguirás de aquí a unos años, con estos mínimos retoques de color.
Cierro la compuerta de tu cámara, activo el sistema, me inyecto la última dosis, cierro la mía.
“La crionización se activará en cinco minutos”.
-Que la espera… no sea… eterna…
Jose? 2009_01_22
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