dilluns, 18 de maig del 2009

Desapercibido


Entonces reconocí la mirada de la fotografía, ¡era yo! ¿Qué había pasado? ¿Cómo podía ser? Llevaba siglos sin poder verme en espejos y mucho menos en fotos. Los carretes de baja densidad se velaban, en los demás, simplemente no se me veía y a los espejos los esquivaba como a los ajos. Mí excusa siempre era la misma, “me agache para bromear, ¿no te acuerdas?”.
Al tiempo averigüe que en las ruedas de prensa de presentación, a los fotógrafos se les retiraba su cámara analógica y se les proporcionaba una con el sensor digital. El creador sólo se dejaba retratar con su invento.

Jose? 2009_05_15