dissabte, 15 de maig del 2010

Memoria


La mujer de la foto sonreía, no era La Gioconda pero poseía el mismo halo de misterio. Tampoco me suena nada del resto de la casa, no sé cómo he llegado a parar aquí. Para más inri  está llena de gente, todos hablan y me tratan de forma familiar. Se me acerca un hombre mayor que debe de tener mi misma edad y me acaricia dulcemente el pelo mirándome con ojos de compasión. No entiendo nada. Vuelvo a mirar extrañada la foto y una joven que no reconozco me la alcanza y dice que es mi hija.
2010-05-08- jose?

1 comentari:

Anònim ha dit...

Vale. Estic borratxa... però encara m'he marejat més llegint :-P

Ei! no ho publiquis aixo, eh!!