dilluns, 3 de juny del 2013

El tatuador

Nada sabemos de él, excepto que se llama Oesum y vive en nuestra palabra. Nuestra palabra, que no es nuestra como la de nadie, tampoco la de él.
Le leemos peculiar e inclasificable, capaz de intranquilizar a las frases más firmes. Ellas se ponen nerviosas, lo critican, lo denuestan ferozmente al no saber catalogarlo.
Escribe, que sumisión en las letras, es tatuar dolor en páginas blancas, aunque lo suelen llamar escritor o, a veces, poeta.
Hoy, mientras tanto, ha tatuado otro furtivo verso en mi piel, el que sólo duele al abandonar las tapas de mi cama.



       Jose? 2012_11_23