dijous, 24 d’octubre del 2013

Canita al suelo

Ordenaron colocarle una venda en los ojos y uno a uno, fueron saliendo. Podía notar su corazón palpitar solitario en la habitación, respiró profundamente, se tranquilizó, agachó la cabeza y pareció resignarse a esperar su canita al aire. Dos horas más tarde se abrió la puerta y nadie ordeno quitarle la venda, sólo escucho la voz de su marido.

2013_06_02- jose?