dilluns, 27 d’octubre del 2008

La verdad no importa



No les digo por donde saqué a la abuelita porque seguro que no reeditarán el cuento. Tampoco les diré que pasó con las ancas de la rana del estanque, ni mucho menos donde se besó realmente a Blanca para que tuviera, después de su marasmo, aquella viveza, aquella sonrisa angelical y pillina.
Lo que sí les comento es la indignación del colectivo en general, la tergiversación sistemática de todas nuestras historias en pos de la comercialización y de la edición sin escrúpulos. Pero bien, ¿si no lo hubiéramos permitido, seriamos hoy inmortales? No, hubiéramos sido, sencillamente, delincuentes.

Jose? 2008_10_23

1 comentari:

Anònim ha dit...

Hay veces que la reedición, no es más que un "arreglo" de las histórias, una cucharada de lo que nos gustaría que hubiese sucedido.

Pintarlo mejor o peor no cambia la realidad, peró puede cambiar el la sensibilidad o los sentimientos de una persona a mejor o peor, dependiendo de la intencionalidad dada.

Prefiero ver la parte "angelical, pillina, o inocente". Reir y pensar que siempre hay una forma distinta de mirar y interpretar.

Alg1.